19 de julio de 2014

Merkel declara que no apoya la ruptura de ningún país, refiriéndose a Cataluña ¿Por qué no decía lo mismo sobre Kosovo o Sudan?


La canciller alemana, Angela Merkel, ha expresado este viernes su apoyo al Gobierno español en su intento de intentar impedir la consulta independentista convocada en Catalunya para el próximo 9 de noviembre y ha subrayado que existe una diferencia entre conceder autonomía a las regiones y permitir que un país se rompa.

" De modo que comparto la opinión del Gobierno español y otros y no me involucraré en asuntos españoles domésticos", concluyó.

En esta breve frase la canciller alemana ha caido en una serie de contradicciones solamente explicables por el hecho de que tras ello no hay una verdadera razón ética o moral, sino simplemente egoistas y criminales motivos económicos.

Cuando Estados Unidos y las grandes multinacionales occidentales decidieron romper la unidad yugoslava, organizada en estados federales como la propia Alemania actual, el gobierno alemán en ningún momento decidió no romper la unidad del país, y la propia Ángela Merkel sigue apoyando aquella intervención en "asuntos domésticos" yugoslavos en la actualidad. Tampoco parece que la canciller tenga ningún problema en seguir apoyando, como hizo en su día, la invención de un nuevo país, Sudan del Sur, hace tres años. En aquellos casos, tener unos estados títeres con los que favorecer los intereses de las élites locales alemanas, hizo que la soberanía nacional no fuera tan importante como parece hacer creer ahora Ángela Merkel con respecto al futuro referendum catalán...

Parece que, por lo tanto, cuentan más los intereses político-económicos en cada caso que la teórica defensa de la supuesta democracia y, ni muchom enos, del supuesto derecho internacional a la autodeterminación de los pueblos, que ha quedado limitado a ser solamente una excusa para el uso y beneficio de las potencias imperialistas.

En cuanto a la no intervención en "asuntos domésticos"; parece mentira que a la dama de hierro de la Unión Europea no se le caiga la cara de verguenza cuando ella es la mayor defensora de la intervanción en las políticas internas de los paises de la unión y, cómo no, en las de otros como Ucrania, donde la canciller y sus aliados no han dudado en apoyar un golpe de estado contra el legítimo presidente del país, Victor Yanukovich, e instaurar un régimen abiertamente fascista al que sostienen, sin tapujos, en su guerra de limpieza étnica en el este de Ucrania.

Mientras tanto, sus amiguitos, Estados Unidos, tampoco dudan en meter la nariz en los "asuntos domésticos" de Alemania, escuchando las aburridas conversaciones teléfonicas de la canciller y de otros altos cargos políticos, y con espias por doquier con los ojos bien abiertos para vigilar al "aliado. Ante eso, y como el beneficio económico es el único criterio "moral" que mueve las políticas de toda esta panda de cabrones sin escrúpulos, tanto los alemanes, como los norteamericanos, como los propios españoles, hay que mirar para otro lado cuando se trata de que el amo espie, cuando se trata de que se destruya un país en nombre del exterminio étnico (en Israel o en la Ucrania actual), o cuando se trata de romper un país como Yugoslavia o Sudán, pero hay que ser firme en el apoyo a la soberanía e integridad de un país cuando se trata de preguntar al pueblo y hay grandes posibilidades de que lo que este quiera es recuperar su soberanía (y, sobre todo, cuando el estado en el que se sienten sometidos es aliado y, además, como ha sucedido con los últimos gobiernos españoles, cumple a pies juntillas y sin protetar las órdenes de Berlin).

2 comentarios:

SADE dijo...

Hay países que se pueden fragmentar y otros que no: es la moral utilitaria del imperialismo al servicio único y exclusivo del lucro. Es una muestra más de la farándula teórica en que se ha convertido el Derecho Internacional y uno de sus principios constitutivos, el de igualdad de los Estados. Y con él, los de la soberanía y no injerencia.

SADE dijo...

[Comentario efectuado al artículo de JM Álvarez "Bienvenida de nuevo, Guerra Fría".]

"Y aunque no nos guste, decimos que bienvenida sea [la guerra fría] de nuevo como factor de equilibrio (...)".

Lo comunista sería decir: "Y aunque no nos guste, decimos que bienvenida sea [la guerra fría] como factor de desequilibrio (...)".

1.- Es un error decir "de nuevo", porque la anterior "guerra fría" extendió a nivel planetario el capitalismo, barriendo los restos de socialismo que para entonces aún existían.

2.- Los comunistas no se pueden alegrar ni dar la bienvenida al "equilibrio" entre potencias capitalistas. Por el contrario, es el desequilibrio que engendra la guerra imperialista -a pesar de sus horrores- el que debe alegrarnos, pues es él el que rompe su sistema de dominación (como ocurrió tras la I y la II Guerras Mundiales).

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